Autor: <span>Germán Tortosa</span>

Malas noticias: toca empezar de nuevo el experimento pero aprovechamos para ampliarlo

Empezamos la sesión con una mala noticia: las semillas de judía que pusimos en la anterior sesión ¡no han germinado! Pues sí, estas cosas pasan. No siempre los experimentos funcionan. Pero no pasa nada, que así es la ciencia. Ahora nos toca reestructurar el proyecto y aprovechar la situación.

Inteligencia artificial aplicada al compostaje

La inteligencia artificial es un conjunto de técnicas que está revolucionando el panorama actual. Nombrada expresión del año 2022 por la RAE, la inteligencia artificial se aplica a la gestión de datos y permite la extrapolación de conclusiones en base a dicha información. En la actualidad, se aplica en todos los campos de la ciencia y la tecnología, y la ciencia del compostaje no es menos. El interés de aplicar estas técnicas se centra en gestionar la cantidad ingente de datos que se obtienen durante el proceso, con el fin de optimizarlo y también, modelizarlo.

Beneficios tras 42 años añadiendo compost

El compost favorece el crecimiento y adaptación de los cultivos, incrementando, incluso, la producción agrícola. Todos estos efectos están avalados por numerosos estudios, aunque la mayoría cubren solo pocos años de experimentación. Por eso, cuando aparecen trabajos científicos que analizan un sistema agrícola a largo plazo son dignos de destacar por la relevancia que tienen.

Quién lee Compostando Ciencia

Cuando termina el año me gusta hacer balance de Compostando Ciencia. Me sirve para conocer los logros alcanzados y los que quedan por realizar. Lo uso para ordenar las ideas y para plantear nuevos retos con energía renovada. Y lo más me interesa es conoceros a vosotros, los lectores de Compostando Ciencia, en especial de dónde venís y que os gusta de esta web. Veamos lo que dice Google Analytics de vosotros:

Combinar abonos orgánicos e inorgánicos, la mejor opción

Por suerte, la biología del suelo se tiene más en cuenta en la agricultura. Aunque queda mucho por conocer, la ciencia ha demostrado que la microbiología del suelo, y en especial la de la raíz (o endosfera), es esencial para las plantas. Su microbioma de la raíz influye en la salud y desarrollo vegetal, y el régimen de fertilidad modula dicha red microbiana, así como su interacción con el suelo y la propia planta. El abonado mineral (nitratos, amonio, etc.) afecta en gran medida a la microbiología del suelo, del mismo modo que lo hace el orgánico (compost, estiércoles, etc.). Ambos sistemas de nutrición tienen pros y contras, y la opción más inteligente para optimizar la fertilización agrícola desde un punto de vista ambiental y económico es combinarlas.

Compost como fuente de proteasas

Los residuos orgánicos ricos en proteínas suelen ser complicados de compostar. Un ejemplo son los que vienen de matadero, que incluso tienen su propia legislación. Son los residuos SANDACH. Aun así, existen microorganismos capaces de hacerlo gracias a que poseen unas enzimas que hidrolizan los enlaces peptídicos. Con ellas, pueden transformar estas macromoléculas en compuestos más pequeños y fáciles de metabolizar. Se las conoce como proteasas y son muy interesantes por sus aplicaciones industriales. El compost es una fuente de microorganismos muy importante de productores de proteasas. Por lo visto, los aislados que se obtienen del compost producen proteasas termotolerantes, en especial si vienen de la fase termófila.