Sabemos que todo material orgánico se puede compostar. En este blog ya lo hemos visto con muchos ejemplos, entre ellos residuos y subproductos orgánicos como estiércoles, restos vegetales, biorresiduos, residuos de almazara, etc. (aquí tenéis más detalles de algunos de ellos).
El compostaje podemos definirlo como “la adaptación, en condiciones controladas, del proceso natural de descomposición de la materia orgánica”. Así, todo lo orgánico puede compostarse, incluidos plantas, animales e incluso, humanos (eso si, una vez hayan muerto). Todo ser vivo de este planeta cumple con este requisito, es decir, que tarde o temprano su cuerpo terminará descomponiéndose y liberando sus nutrientes a la naturaleza una vez haya finalizado su función vital. Como diría el poeta, “somos polvo de estrellas…”.
Con todo esto no es extraño encontrar iniciativas que aborden de una forma valiente y respetuosa el tratamiento por compostaje de los difuntos. Os hablo del proyecto “Urban Death Project”:
Hoy en día, sobre todo en las grandes ciudades, la incineración de los cuerpos es la opción más extendida. Cada vez hay menos espacio en los cementerios y además, es económica. Con el fin de dar una alternativa equitativa y respetuosa, la arquitecta Katrina Spade y su equipo han iniciado un proyecto sin ánimo de lucro denominado “Urban Death Project”. La idea es sencilla: transformar los cuerpos de los seres queridos fallecidos en abono orgánico que pueda nutrir y alimentar a un árbol (como por ejemplo, un limonero). Así, no solo se contribuye a cerrar el ciclo de la materia orgánica si no también a crear un vínculo entre los familiares y la naturaleza, al recordar a la persona fallecida en un jardín o en un lugar similar.
El proyecto está muy avanzado y ya están colaborando con varias universidades para el diseño del compostador humano. Puedes contribuir económicamente a través de una plataforma de KickStarter. Yo he aportado mis 25 dólares, que luego desgravaré en mi declaración de Hacienda.
¿Te gusta la idea? A mi si. Si quieres saber más, visita la web del proyecto o mira el siguiente vídeo:
A mí me parece un tanto macabro, un tanto futurista o algo surrealista. No he profundizado demasiado ya que sólo he visto el vídeo de presentación,y sí, muy bonito pero no especifica nada a nivel técnico (supongo que porque no será demasiado agradable). En unas pocas semanas el cuerpo se transformará en compost?. Aquí el tamaño de partícula parece que no importa demasiado, ¿los meterían enteros?. ¿Qué pasaría con los inertes?, no debe ser muy agradable la retirada de calaveras, por no decir restos a medio descomponer. No es lo mismo unas hojitas con guano que personas muertas. Además que por algún lado entraría el tema de los sentimientos, ¿no?. Un tema muy conflictivo, a mí desde luego no me gusta, y me parece un poco de mal gusto. Pero bueno, para gustos….
Este proyecto está todavía en fase de desarrollo y optimizando el compostaje, y por eso necesitan apoyo económico. De todas formas, los cuerpos se suelen descomponer rápido (menos los huesos) ya que hay mucha experiencias con animales de granjas. No creo que haya problemas en obtener un buen compost, aunque todavía tienen que estudiar el proceso.
Otra cosa es la parte sentimental. Creo que a la gente le puede costar mucho cambiar la mentalidad pero lo del compostaje no es nada extraño. Desde siempre se han enterrado en el suelo y ahí se descomponen, esto e lo mismo pero de forma más controlada. De todas formas, todo este sistema irá de una forma que tenga en cuenta la parte de sentimientos y demás. Ahora puede parecer futurista o algo extraño, pero seguro que es mejor que una simple incineración.
De todas formas, habrá que ver como evoluciona esto…
¡Gracias por comentar!
Hola, he leído que no debo compostar hojas de nogal… además, ya le puse guano de gallina húmedo a la composta. Obré mal? saludos desde Curicó, Chile. Altísimo Blog.
Ese tipo de hojas pueden tardar un poco más en descomponerse pero si le ha añadido guano irá bien. Voltee la pila de vez en cuando y vera que funciona si le sube la temperatura.
Un saludo