Una de mis últimas lecturas científicas está relacionada con la biodiversidad microbiana durante el compostaje de ganado muerto. Antes de comentar este estudio, me ha parecido interesante hablar un poco más de esta costumbre de la cual no conocía mucho.
El compostaje es un proceso microbiológico que se usa para estabilizar cualquier residuo orgánico. Todo lo orgánico es susceptible de ser compostado. En granjas o cualquier instalación agrícola se suele producir un gran volumen de estos residuos como por ejemplo los restos vegetales de cultivos (paja, cereal, etc.), estiércoles o incluso los propios animales una vez que han muerto.
En la actualidad y debido a los problemas de higiene que pueden causar, el tratamiento de los cuerpos muertos de los animales de granja está muy controlado. Existen varias alternativas para los cadáveres como la incineración, el enterramiento e incluso el compostaje. Después de los grandes problemas producidos por enfermedades como la de “las vacas locas” o “la gripe aviar”, donde hubo un enorme número de cadáveres de animales que eliminar, esta opción pudo ser una de las mejores y más viables económicamente. Es imprescindible que se haga un compostaje bien hecho, rápido con altas temperaturas termófilas ya que el si no se hace así, el problema higiénico puede ser importante.
El sistema de compostaje más utilizado para esto suele ser el estático y es muy aconsejable que tenga un sistema de inyección de aire a presión para asegurar la oxigenación de las pilas de compostaje.
Si queréis saber más sobre este asunto, aquí podéis consultar:
http://dhs.wifss.ucdavis.edu/headcontent/newsletter/2008October_newsletter.php
https://www.msu.edu/~mdr/vol15no1/deadanimals.html
https://www.msu.edu/~rozeboom/catrn.html
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