Hace aproximadamente un año empecé mi primera experiencia de compostaje doméstico y acabo de obtener mis primeros composts. Este blog trata sobre compostaje y para dar ejemplo, decidí reutilizar los restos de la cocina de mi casa para elaborar mis propios abonos orgánicos para fertilizar mi modesta huerta doméstica (de la que ya os hablaré en otro momento). Tengo que reconocer que es la primera vez que hago algo así (por mi trabajo he hecho muchos compostajes pero a una escala mayor, en plan industrial y con residuos orgánicos de origen agrícola, y siempre desde el punto de vista científico).
Me gustaría compartir con vosotros algunas de las cosas que he aprendido a lo largo de este año, por si os puede ayudar y animar a compostar vuestros residuos orgánicos domésticos. Otras personas tendrán otras experiencias, pero lo que os voy a contar como lo he hecho (a mí me ha funcionado muy bien).
Algunos detalles sobre el compostaje doméstico.
Aunque en esencia todos los compostajes son similares, el compostaje doméstico tiene sus peculiaridades. Es fundamental controlar muy bien algunos aspectos para evitar posibles problemas relacionados sobre todo con la proliferación de insectos y olores. Lo primero que necesitáis para hacer compostaje doméstico es un recipiente que pueda servir como compostadora (un contenedor amplio y con facilidad de aireación será correcto). Los hay comerciales a un precio asequible o incluso os lo podréis fabricar vosotros mismos. Aquí podéis ver algunos ejemplos, y la que yo he utilizado. Tiene que ser cómodo para trabajar ya que de vez en cuando habrá que remover el sustrato, añadir residuos orgánicos, añadirle agua, etc.
Mi compostera doméstica |
La primera lección imprescindible es conocer la evolución del proceso en comparación con un compostaje a gran escala. El compostaje doméstico es lento, es decir, que se llevará más tiempo para completar el proceso, por lo que hay que tener paciencia (a mí me ha durado un año). Esto se debe fundamentalmente a que el proceso microbiológico se tomará su tiempo para degradar la materia orgánica (un indicador de eso es que posiblemente la temperatura de vuestro compostador será posiblemente la del ambiente). Otro de los motivos de este comportamiento es que el aporte del material a compostar es continuo, es decir, que no lo vais a añadir todo desde el principio sino conforme vayáis generando residuos y restos de comida en vuestra cocina. Además, seguramente lo que más generéis sean restos de vegetales, que son ricos en lignocelulosa y se tardan en degradarse. En los muchos ejemplos que podréis encontrar por internet observareis que la gente que composta suele tener un jardín o una huerta grande y añade los restos de poda, etc. No es mi caso ya que la cantidad de materia orgánica que genero viene fundamentalmente de los restos de comida (y alguna que otra maceta de mi huerto casero).
¿Qué podemos compostar?
Bueno, realmente se puede compostar de todo (siempre que sea orgánico, claro). En internet hay numerosos manuales y consejos sobre compostaje doméstico y muchos de ellos no recomiendan algunos residuos como restos de carne o cualquier cosa que se degrade muy rápido (restos de lácteos, etc.). Mi consejo es que podéis añadir de todo, siempre y cuando sea equilibrado y en las proporciones justas. Yo he añadido de todo, desde restos de huevos y lácteos, aceites, carne, el agua de cocer la pasta o huevos (IMPORTANTE: ¡¡no añadir sal!!), etc., (todo tipo de compuestos ricos en proteína y nitrógeno), pero sobre todo restos de vegetales y hortalizas (¡me gustan mucho las ensaladas!). Estos tardarán mucho en degradarse como ya he comentado anteriormente. También he añadido restos de plantas de mi huerto cuando he tenido que hacer alguna operación de mantenimiento (poda, etc.). En definitiva, podéis compostar lo que queráis… Mi consejo es que cuando lo añadáis, su tamaño sea el menor posible ya que cuanto mayor sea, más tiempo tardará en degradarse.
Algunos consejos prácticos.
Aspecto del «material base» empleado en el compostaje doméstico |
Según mi experiencia, para que no tengáis problemas de malos olores y proliferación de insectos necesitáis utilizar una “base” para compostar, es decir, un material que sepáis que es bueno de partida (yo he utilizado restos de unas macetas con plantas antiguas pero también se puede utilizar suelo de jardín o de alguna zona agrícola cercana). Este material lo tenéis que añadir en la base de la compostadora (en el fondo) y cuando añadáis los restos orgánicos, necesitáis mezclarlos bien con el material base. Así, mejorareis la degradación y esta base actuará como inoculante microbiano favoreciendo la degradación de la materia orgánica.
Como es un proceso lento, de vez en cuando tendréis que remover bien el sustrato o la mezcla residuos que vais añadiendo (así mejorará la aireación). Lo ideal es que la compostadora esté situada en un lugar donde le pueda dar la luz directa del sol (y así mejorar la temperatura), además de poder aprovechar el agua de lluvia cuando llueva (la compostadora protegerá la mezcla pero con la lluvia humedecerá la mezcla con el consiguiente ahorro de agua). Aun así, de vez en cuando tendréis que añadir agua para que la humedad de la mezcla de compostaje sea la ideal (lo veréis cuando tenga un aspecto húmedo, sin encharcar ¡ojo!). Yo siempre que añadía una carga de materia orgánica, al remover y mezclar bien la mezcla suelo añadir el agua (este es un buen momento a mi entender).
Yo os aconsejo que la capacidad de la compostadora sea grande y que nunca trabajéis más allá del 50% de su capacidad, es decir, que nunca la llenéis del todo, solo hasta la mitad. Lo ideal es conseguir un volumen de compostaje que podáis manejar sin problema (sobre todo a la hora de mezclarlo o “voltearlo”). De esta manera os aseguráis que la mezcla de compostaje tenga una gran superficie para su aireación, por lo que no generará muchos olores. Si tenemos la tentación de añadir y añadir restos de comida, llegará un momento en que lo que hay en el fondo de la compostadora no tendrá la suficiente oxigenación, y habrá putrefacción y mal olor (además de insectos).
Como ya os he comentado antes, el aporte de restos de comida y residuos orgánicos es continuo…, hasta un determinado momento. Las compostadoras comerciales domésticas suelen venir con un puerta abajo para poder recoger el “composts maduro” sin necesidad de alterar el resto de la mezcla con la idea de poder cogerlo conforme nos vaya haciendo falta (la parte de abajo es la que más tiempo está en la compostadora por lo que estará más compostada). Yo no os recomiendo esta opción. Como ya os he comentado, hay que trabajar con un volumen de compostaje que podamos manejar bien, es decir, que cuando tengamos que remover la mezcla tenemos que removerla en su mayor parte. Como es un proceso largo, tenemos que dejar un tiempo prudencial para que se “madure” el compost y así podamos utilizarlo como abono en nuestro jardín doméstico. Yo empecé el compostaje en marzo del año pasado y estuve añadiendo restos de comida hasta octubre-noviembre, tiempo a partir del cual dejé de hacerlo. El razonamiento fue añadir restos de comida en primavera, verano y un poco en otoño (ya que coincide cuando la temperatura es más mayor y más agradable), dejando el invierno para la maduración (cuando la actividad microbiana es más lenta por el frío . De esta manera, para primavera tengo composts para mis macetas, que coincide con el periodo donde se plantan más cosas en los huertos domésticos.
Actuando como os he dicho, no he tenido problemas de insectos ni nada. Esto se debe a que las operaciones de aireación y funcionamiento del compostaje han sido buenas pero sobre todo se debe a que al trabajar al 50% de capacidad, había mucho espacio y de forma natural había una pequeña comunidad de arañas que tenían sus telares allí. Ellas me ayudaron a controlarlo comiéndose los mosquitos y otros insectos.
Creo que no se me olvida nada, pero a modo de corolario os comento lo siguiente:
- Una compostadora doméstica no es un estercolero. No añadáis de todo sin control ni lógica. No tenéis que compostar todos los residuos orgánicos que generéis en vuestra cocina…
- Pensar que obtendréis abonos orgánicos para vuestro huerto, por lo que tendréis que cuidarlo y mimarlo para que los composts sean de calidad.
- El compostaje doméstico es un proceso lento. Hay que tener paciencia.
- Planificar el compostaje: Añadir de forma continuada los restos de comida a compostar durante el periodo más caliente y dejar la maduración para el más frio.
- Tenéis que conocer la cantidad de residuos orgánicos que generáis y adaptar vuestro compostaje a eso. No tenéis que compostar todos los residuos orgánicos que generáis…
- Trabajar siempre al 50% de capacidad de vuestra compostadora. Un volumen que podáis manejar con facilidad ya que hay que voltearlo de vez en cuando.
- Necesitáis un “material base” para el compostaje (como suelo) que tendréis que mezclar con vuestros residuos cada vez que los añadáis.
- Podéis compostar de todo, siempre que sea orgánico y necesitáis que esté en un tamaño lo más pequeño posible. Una vez que lo añadáis, siempre mezclarlo bien con el “material base”.
- Hay que mantener un buen nivel de humedad y aireación, por lo que de vez en cuando observar la compostadora.
Espero que os sirva de ayuda mi experiencia y que os animéis a hacer compostaje. Es muy fácil y sencillo, reduciréis vuestra producción de basura orgánica y obtendréis excelentes abonos orgánicos para vuestras macetas o huerto.
Aquí os pongo algunas fotos ilustrativas del proceso:
No dudéis en compartir este post si te ha interesado y ¡¡comentar vuestra experiencia en compostaje!!
La duda q mas me asalta todavía es si la humedad y la aireación van a tener que estar muy vigiladas, hace 4 días que monté un compostero de palets y está lloviendo a mares pero no puedo vigilarlo, confío que esté bien.
En mi caso puse una cama de paja, Hice una macedonia de hojarasca, de varios tipo y le pasé la desbrozadora para trocearla, encima coloqué trozos de fruta y verdura rebozados en serrín y algo de paja y mas hojas con tierra del sitio, repitiendo estas capas, sobre un metro cúbico y sin llenarlo. Veremo que tal, pero creo que es completamente lógico erradicar la idea de hacer un estercolero, sino cuidar un poco la distribución y crear unas condiciones para que «prenda», como una fogata.
Cuidado con la lluvia. Si ves que está muy encharcado, tienes que removerlo. Si no, te puede pasar que no te funcione bien y empiece a producir malos olores. Yo te recomiendo que de vez en cuando hagas aireación (1 vez por semana o cada 15 días). Así podrás ver como funciona… Si ves que llueve mucho, ponle una malla por encima. Algo que le permita respirar pero que no te pase la lluvia.
¡Suerte!