Esta entrada corresponde a la tercera sesión del proyecto de investigación PIIISA “Transformar residuos en recursos mediante la ciencia del compostaje”
La sesión de hoy comenzó con nuestra visita a las nuevas instalaciones de la EEZ, el nuevo laboratorio de divulgación, donde realizaremos a partir de ahora todos nuestros experimentos. Antes de ponernos con la faena, repasamos los experimentos anteriores y también, los que haremos hoy, que son los siguientes:

1. Volteo y humedad de los biorreactores:
Lo primero, rotulamos y taramos los recipientes necesarios para determinar la humedad de los biorreactores. Después, fuimos al nuevo lugar donde están ubicados los reactores, en uno de los jardines de la EEZ. Aprovechamos para pesarlos, voltearlos y recoger muestras para determinar su humedad, tal y como ya hicimos en una sesión anterior (VER ENLACE). Los compost tenían un aspecto genial, síntoma de que el proceso avanza correctamente. Después, les añadimos 200 mL de agua a cada uno para mantener la humedad.



2. Temperatura de una pila de compost
En esta sesión, hemos realizado un nuevo experimento. Los biorreactores que usamos tienen un volumen muy pequeño (solo 25 L) y es difícil observar un incremento de la temperatura producido por la actividad microbiana. Para ver este fenómeno, se elaboró una pila de compostaje con mayores dimensiones (300 L) a la que hemos añadido los mismos biorresiduos ya estudiados: restos de hojas y césped recién cortado.
Con la ayuda de una sonda, medimos la temperatura ambiental, la temperatura de un suelo cercano a la compostera y la temperatura de la pila de compost.

3. Humedad de la pila de compost y de un suelo
Como sabemos, los microorganismos necesitan agua para mantener su actividad al ser esencial para la vida. Para poder relacionar la humedad con los resultados anteriores, tomamos muestras de la nueva pila de compost y de un suelo cercano para determinar su contenido en agua. Para eso, previamente rotulamos y pesamos los recipientes, tanto vacíos como llenos de compost y de suelo, y después, los metimos en la estufa a 70ºC durante tres días para que se secaran.

4. Cultivo de las bacteria presentes en la pila de compost y en un suelo
Puesto que todos los indicios apuntan a que la carga microbiana es mayor en la pila de compost que en un suelo, decidimos comprobarlo con un experimento en el cual cuantificamos las bacterias presentes en ambas muestras. Para eso, usamos la técnica de las unidades formadoras de colonias que ya usamos anteriormente (VER ENLACE).
En tubos de 50 mL añadimos entorno 5 g de compost o de suelo, a los cuales añadimos 30 mL de solución salina estéril. Agitamos 5-10 minutos en el vórtex, inoculamos las placas Petri que contenían medios específicos de bacterias y hongos con 30 microL del extracto e incubamos las placas a 28ºC en una estufa.

En las siguientes entradas veremos los resultados de estos experimentos…