Las enmiendas orgánicas como el compost o el vermicompost son una fuente estupenda de materia orgánica y nutrientes para las plantas al mejorar las características físicas, químicas y biológicas de los suelos. Además, también son portadores de una gran cantidad de hongos y bacterias que favorecen el reciclado de nutrientes de los suelos, incrementando la calidad biológica de los mismos.
A diferencia del compost, la degradación de la materia orgánica de los residuos en el vermicompost (o lombricomposta) la realizan determinadas lombrices (y los microorganismos asociadas a ellas) como Eisenia fetida (lombriz tigre) o Eisenia andrei (lombriz roja o californiana). Por lo que sugieren algunos investigadores, la diversidad de los microorganismos presente en un vermicompost maduro es superior a la de un compost, debido fundamentalmente al no darse un incremento de la temperatura como pasa en el compostaje (no existe fase termófila).
Tanto el compost como el vermicompost tienen mucho interés en agricultura, pero su acción no solo se limita a sus propiedades como fertilizantes. Los microorganismos presentes en los mismos pueden ayudar a las plantas de forma directa (aporte de nutrientes) o indirecta (favoreciendo sus defensas ante el ataque de herbívoros o ácaros).
En un estudio reciente, investigadores de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) de Granada (España) han demostrado que los microorganismos presentes en un vermicompost añadido a la rizosfera de la planta Nerium oleander inducen la producción de compuestos orgánicos volátiles específicos (herbivore-induced plant volatiles o HIPVs) en respuesta a un ataque de un insecto herbívoro como el Aphis nerii, atrayendo a su depredador natural, Chrysoperla carnea. Este es un ejemplo de la interrelación existente entre el suelo y un sistema trófico a tres niveles en la parte aérea (planta, herbívoro y enemigos naturales de hervíboros), o como los microorganismos del suelo ayudan a la planta a defenderse del ataque de insectos chupadores de sabia.
Con un sistema experimental muy ingenioso, han demostrado que el vermicompost induce a una planta atacada por Aphis nerii a una mayor emisión con respecto a su control sin vermicompost de unos compuestos alifáticos específicos que atraen mayoritariamente a individuos adultos de Chrysoperla carnea.
Este es un ejemplo más de la importancia de mantener un buen nivel de materia orgánica en nuestros suelos.
La fuente: