Esta entrada pertenece al diario del proyecto de investigación “Los Biorresiduos: un Recurso con Valor Local”
En la entrada anterior, describimos las mezclas usadas en los compostadores. Si recordamos, la proporción que usamos fue la siguiente: 5 volúmenes de hojarasca de “plátano de sombra” (5 kg) + 0,5 volúmenes de césped (6 kg) + 3 regaderas de agua (3 x 2,5 l = 7,5 l).
Según nuestra calculadora de compostaje, la mezcla tendrá una relación C/N cercana a 15 (nota: se han tomado muestras para analizar, aunque todavía no están disponibles). Este valor es muy reducido ya que debería estar más próximo a 25-30, por lo que le falta material rico en nitrógeno.
Hemos medido la temperatura de las pilas de compostaje durante los dos primeros meses, tal y como se observa en esta figura:
En general, la temperatura no consiguió llegar a valores termofílicos, estando en todo momento por debajo de los 40ºC. Esto se debe a que la mezcla de material no fue la adecuada y que el tamaño de las pilas no fue lo suficientemente grande para que se calentaran. También el material no estaba bien homogenizado ya que las hojas de «plátano de sombra» eran demasiado grandes para su correcta degradación. Si se observó cierta actividad biológica en las pilas (aparición de insectos), pero no lo suficiente para alcanzar valores elevados de temperatura. También añadimos agua varias veces durante el proceso, además de varios volteos, sirviendo estos solo para homogenizar las mezclas. Después del primer mes, hicimos una segunda carga de material ya que el volumen de las pilas había bajado a la mitad. No se debió a la degradación de la materia orgánica, sino que la hojarasca redujo su volumen al añadir agua. Con el material nuevo, se incremento de la temperatura aunque este efecto no duró demasiado tiempo.
Con los siguientes datos, ya podemos sacar algunas conclusiones:
- La escala del compostaje. Posiblemente no hayamos empezado bien en este sentido, ya que no dispusimos de la cantidad de material necesario para hacer bien las mezclas que inicialmente habríamos planeado. Para el siguiente experimento, vamos a reducir la escala, trabajando con biorreactores de 100 litros.
- La mezcla. Es posible que no haya sido la más adecuada. La hojarasca de «plátanos de sombra» es un buen material estructrurante, y lo hemos usado en exceso. La poda de césped es un material muy rico en nitrógeno, que se composta solo, pero lo hemos usado en baja proporción. Posiblemente, la mezcla debería ir al 50% en volumen para que se hiciese mejor.
- La temperatura. Según nuestros resultados, no hemos alcanzado temperaturas termofílicas. Parece ser que es un problema habitual al trabajar en estas condiciones, es decir, que los compostadores domésticos no siempre suben de 45ºC, valor límite entre la fase mesófila y termófila.
Buenas,
Lo primero que quiero es felicitarle por su estupendo blog y página de Facebook, de la cual soy seguidor. Quería solicitar su opinión acerca del volumen adecuado de la primera aportación a un compostador de plástico de 360 litros aparte del fondo de material estructurante de unos 10-20 cm.
Gracias Santi por sus palabras. En el compostaje doméstico se suelen hacer aportaciones de forma continua, aunque a mi me gusta que sea todo de una vez. Así se hará mejor y será más homogéneo. La cantidad a aportar dependerá de la cantidad de residuo orgánico del que pueda disponer. Si puede llenarla de una vez, adelante. Si no, pues hágalo en varias veces.