Los residuos orgánicos que generamos en nuestras casas (biorresiduos) tienen un enorme potencial. Con el compostaje y métodos similares, podemos transformar esa materia orgánica en un excelente abono reduciendo considerablemente el volumen de residuos que generamos y su impacto ambiental. Según las últimas estimaciones de la iniciativa de la FAO “SAVE FOOD”, entre un 20 y un 45% de alimentos se desperdician a nivel mundial, bien durante su distribución, bien en nuestros hogares (ver cita 1). Es mucha cantidad para no aprovecharla…
Hacer compostaje en casa es sencillo. Podemos hacerlo a tres niveles en función del espacio disponible en casa y del número de personas que seamos:
- El primero de ellos es el más reducido, como el de una casa que no tiene jardín o un patio donde poner macetas. Es el caso de un apartamento pequeño, típico de bloques de edificios en grandes ciudades. Los compostajes suelen tener entre 15-30 litros de volumen y el número de personas que puede abarcar es el equivalente de una familia pequeña, entre 2-4 personas aproximadamente. Podríamos denominarlos “compostajes a pequeña escala”. El tiempo del proceso no suele ser muy largo, de pocos meses, ya que se suele hacer en recipientes separados, es decir, cuando un recipiente termina, se empieza con el siguiente y así sucesivamente.
- El segundo es el de una casa que tiene un espacio disponible, un jardín o similar, en el que suele haber bastantes plantas e incluso zonas verdes. Las composteras que hoy en día se comercializan son para este nivel, ya que permite mezclar los restos de comida con restos de poda del jardín u otros materiales vegetales que actúan como estructurantes (incluso se puede añadir solo material vegetal para compostar). El número de personas que puede cubrir este sistema es el de una familia grande, entre 5-10 personas aproximadamente. Se basan en compostajes de 100-400 litros de capacidad y se denominan “compostajes domésticos”. El proceso suele durar muchos meses, casi cerca de un año y las temperatura que se alcanzan no son muy elevadas. Incluso hay gente que los llama “compostajes fríos” o “cold composts”.
- El tercero es una fusión del primero y del segundo. Son compostajes que se hacen en módulos más grandes, de unos 1000-2000 litros, que se llenan por el aporte continuado de un grupo grande de vecinos (pueden abarcar entre 20-50 personas). Suele haber una persona que lleva el control del proceso y el que luego reparte el compost maduro obtenido entre los que han contribuido. Se denomina “compostaje comunitario” y cada vez se está extendiendo más en zonas urbanas. Necesita un espacio más grande para alojar los módulos de compostaje, entre otras cosas. Los tiempos del proceso son también largos, cerca de un año y las temperaturas suelen ser un poco más elevadas que el compostaje doméstico.
Si se quiere hacer compostaje en casa, lo mejor es saber la cantidad de residuos orgánicos que generamos, y en base a eso, elegir un sistema u otro, dependiendo también del espacio disponible o de si en nuestra comunidad de vecinos permite un compostaje comunitario.
Compostaje a pequeña escala: el sistema FUSBIC.
Posiblemente, el sistemas más sencillo es el “compostaje a pequeña escala”, fácil de implementar en cualquier lugar y por cualquier persona o familia. El Profesor de la Universidad de Tecnología de Toyohashi de Japón, Akira Hiraishi, describió hace unos años un sistema de compostaje que denominó flowerpot-using solid biowaste composting (FUSBIC) basado en un proceso continuo usando macetas de 15-20 litros (ver cita 2).
FUSBIC consta de tres macetas de 20 litros donde en la base se añade grava (2 kg de arena) y arcilla (1 kg) para absorber los lixiviados, y a las que se incorpora una proporción de una mezcla de suelo y compost maduro previamente hecho (5-6 kg). Estas macetas las denomina tratamiento primario y a parte, hay otras dos macetas (tratamiento secundario) donde se va almacenando el compost que se va produciendo en el primer sistema y que sirve para la maduración del mismo. La idea es que en todo momento haya el mismo volumen de reacción en cada biorreactor.
En este estudio, incorpora diariamente una media de 0,5 kg de biorresiduos de comida a los tres biorreactores (0,218 Kg a cada uno), para lo cual trocea bien la comida (sobre 3 cm de tamaño aproximadamente) eliminando la mayor cantidad de agua posible. Al añadirlo a la maceta, mezcla bien con la ayuda de una espátula durante 1 minuto y así durante un año entero tomando muestras una vez al mes para su análisis. La cantidad total tratada de biorresiduos fue de 239 kg (peso húmedo) y la tasa de reducción de biorresiduos es cercana al 90% (se calcula pesando el incremento del peso de los reactores en relación a la cantidad acumulada de biorresiduos que se añade).
Como puede verse en esta figura, la evolución de la temperatura no es muy grande, siempre entre 10 y 20º C por encima de la temperatura ambiental. Aún así, la tasa media de reducción es muy elevada por lo que el sistema funciona perfectamente.
Según los resultados, al tratar un total de 239 kg de biorresiduos con una tasa media de reducción del 90%, se pueden obtener cerca de 120 kg de compost (asumiendo que hay una reducción del 50% del volumen). La calidad del mismo y su madurez está aún por determinar, pero sería interesante conocerlas.
Bibliografía:
- Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo (2012). FAO, ISBN: 97892520720058. Disponible en: http://www.fao.org/publications/card/fr/c/886a9afa-95b3-5b57-b5d8-44d7c67e3fac/
- Nota: la cita original está en japonés, pero en esta otra también está descrito el sistema. Akira Hiraishi, Yosuke Yamanaka, and Takashi Narihiro. Seasonal microbial community dynamics in a flowerpot-using personal composting system for disposal of household biowaste. J. Gen. Appl. Microbiol., 46, 133–146 (2000). Disponible en: https://www.jstage.jst.go.jp/article/jgam/46/3/46_3_133/_pdf
Coisido gracias