Una forma efectiva de añadir materia orgánica líquida en cultivos hortícolas es usando “té de compost” (CT). La forma de prepararlo es muy sencillo: en un recipiente se coge una determinada cantidad de compost que esté maduro, se le añade una buena proporción de agua (suele ser una relación 1:20 de peso-volumen pero puede variar en función de lo que quieras) y se produce una agitación, ya sea mecánica o mediante una bomba de aire, durante un par de días. De esta forma, conseguimos solubilizar la materia orgánica que es más fácilmente asimilable por las plantas, además de una gran cantidad de los microorganismos presentes en el compost que pueden ser beneficiosos para las plantas. Hay otras formas de hacerlo como añadiendo una fuente de carbono (azúcar o melaza) y una fuente de nitrógeno (levadura, etc.) y así conseguimos un enriquecimiento de microorganismos.
Podéis consultar algunos enlaces sobre “té de compost” escritos anteriormente en Compostando Ciencia:
– Cómo hacer té de compost
– “Té de composts” como fungicida para Botrytis cinerea
Una vez obtenido se suele filtrar y añadir de forma periódica incorporado en el sistema de riego (dependiendo de lo concentrado que salga, se suele diluir un 10%) o directamente sobre el cultivo o sobre el suelo.
En condiciones de invernadero, investigadores italianos han visto su efectividad en cultivos del lechuga (Lactuca sativa var. gentilina) y col rábano (Brassica oleracea var. gongylodes) viendo un incremento significativo tanto en biomasa total producida como en la que se utiliza para su comercialización. Todo con respecto a un control sin este tipo de fertilización. Las condiciones de cultivo son de agricultura ecológica (organic farming), es decir, que solo han usado té de composts como fertilizante y los resultados son muy interesantes.
Cabe destacar que las hortícolas en general son muy agradecidas a la materia orgánica como fertilizante. Otra cosa son cultivos leñosos, que su respuesta es mucho más lenta y se necesitan años para ver respuesta cuando añadimos compost.
Three-month on-farm composting of agricultural residues of artichoke and fennel provided two reliable composts with appreciable content of macro and microelements, as showed in Table 1. Bioactivity of these organic matters has been previously investigated on Lepidium sativum seedlings, on which they showed mainly suppressive properties (Pane et al., 2013a). Here, they were chosen to produce CTs potentially applicable under organic agriculture managing. Then, each of these composts were water-extracted in a farming blower system (Figure 1), blended, diluted and used on the plants.
CT treatments affected agronomic performances of the two crops. They, in fact, improved significantly both lettuce and kohlrabi productions. In detail, total and commercial yield of lettuce in the treated plots were, respectively, higher 6% and 24% than that of the control plots (Figure 2). Head fresh weight of the treated lettuce was 0.45 kg, while that of the control was 0.43 kg. For kohlrabi, instead, CT treatments induced an improvement of total and commercial production that were higher 26% and 32%, respectively, than that of the control plots (Figure 2). In addition, single head fresh weight of the treated kohlrabi was 0.89 kg, while that of the control was 0.66 kg. In absence of any particular phytosanitary problem, since plants in the experimental sites developed normally, the productive data indicated a potential bio-stimulation activity played by the organic formulate on the plants.