Posiblemente, estudiar una oposición es uno de los esfuerzos intelectuales más duros que existen. En mi opinión, bastante más que sacarse un grado universitario o un doctorado. Y es que, además de competir con gente, de estudiar temas que no te gustan o de hacer exámenes muy duros, tienes que pelearte contigo mismo. Y es que tú eres tu peor enemigo ya que te vas a tratar de desmoralizarte siempre: que si no puedo, que si no valgo para eso, que si es muy duro para mí, etc. Pero no todo es tan malo. Es difícil y duro, pero se puede hacer. Es más, al final lo conseguirás si eres constante. Dile a tu yo pesimista que se ponga a un lado, que lo vas a conseguir.
Aquí comparto algunas reflexiones que te pueden ayudar si estás pensando hacer una oposición (aunque valen también para cualquier tipo de examen o prueba). Algunas cosas son obvias y otras, no tanto. Léelas atentamente y cuéntame que te parecen. ¡Mucha suerte!
- Conócete. Esta primera regla es esencial. Estudiar una oposición es una carrera muuuuy larga, de muchos meses (incluso años en algunos casos), por lo que tienes que hacer un gran esfuerzo en conocerte bien. Y no, no te conoces apenas. Debes saber de ti lo siguiente: la motivación por estudiar, tu capacidad, tus intereses, tu técnica, tus circunstancias personales, tu entorno, y tu salud emocional. Debes hacer un estudio de cómo eres, cuáles son tus puntos fuertes y débiles, en que destacas y que se te da peor. No escatimes tiempo en reflexionar contigo de ti. De hecho, hazlo todos los días, desde el primer día hasta que termines los exámenes. Haz un diario, escribe lo que sientes, lo que quieres hacer, tus avances, tus tareas pendientes, TODO. Reserva siempre 15 minutos antes y 15 minutos después de cada sesión de estudio. Lee y relee lo que escribes, ya que te servirá para conocer tu evolución. Recuerda que tú mismo eres tu peor enemigo, por lo que conocerte es esencial. Y asume que vas a cambiar en el tiempo. Tu yo del principio no será igual que tu yo después de estudiar 7 meses. Las personas evolucionan y es importante conocerlo. Y quiere. Quiere mucho. No seas negativo ni te fustigues. Date amor y cariño. Enfócate en lo que haces y no en lo que no has hecho. Motívate pensando que vas a hacer cuando termines.
- Aprende a estudiar. Aunque tengas una carrera universitaria, un doctorado y 1000 cursos de formación, asume que no sabes estudiar. Y no, no sabes. El hecho de que tengas estudios superiores no implica que a día de hoy sepas estudiar. Estudiar es como entrenar, que, si no lo haces todos los días, se te olvida todo. Además, la forma de estudiar cuando eras joven es distinta a la de ahora, ya que ahora primas más la utilidad y tienes menos tiempo. Por eso es esencial que encuentres a alguien que te enseñe a estudiar de forma eficiente. No me refiero a un preparador de academia, alguien que te va a digerir el temario para que tu termines de comerlo. No. Me refiero a alguien que te enseñe las diferentes técnicas que hay de estudio (link: https://qinnova.uned.es/archivos_publicos/qweb_paginas/3439/tecnicasdeestudio.pdf, Link: https://www.educaweb.com/contenidos/educativos/tecnicas-estudio/descubre-algunas-formas-estudiar-mas-eficaces/) Link: https://academia-cordoba.es/blog/10-mejores-tecnicas-estudio-eso/) que te muestre cual es forma es más eficiente para ti. Créeme que esto es esencial ya que te ahorrará tiempo y frustración. Busca un poco en internet y verás que hay mucha gente que te puede ayudar. Y si, te costará dinero. Es lo que hay. Pero es una inversión, al igual que si te compras unas zapatillas buenas para correr y después te apuntas a la San Silvestre de tu pueblo.
- Reflexiona. Aquí ya entramos en materia. Tienes que definir bien tus motivaciones, evaluar el tiempo del que dispones y el esfuerzo requerido. Hazte un cronograma, mira los días y el tiempo que tienes para estudiar. Si solo tienes tres horas al día, pues ese tiempo debe ser suficiente si es efectivo. Analiza la empleabilidad de lo que vas a estudiar: si te servirá a corto, medio o largo plazo. Siempre trata de conectarlo con tu vida personal o profesional, para así retenerlo mejor. Evalúa si estudias por una necesidad, ya sea laboral o académica, si es para aprender a resolver situaciones o incluso, si es por placer (y sí, hay mucha gente que estudia por placer). Evalúa también la intensidad del estudio, si es para algo muy concreto y urgente (quedan pocos meses para el examen) o si es parte de un entrenamiento (ejemplo: me repaso cosas de matemáticas porque hay un tema de estadística). Vamos, que lo que estudies que te sirva para más allá que pasar un examen.
- Busca. Si ya tienes claro qué y cómo vas a estudiar (analiza muy bien la convocatoria), así como el tiempo del que dispones, lo primero que tienes que hacer es buscar y encontrar lo que necesitas para estudiar. Revisa todo lo que ya tienes por casa o por el ordenador, elige los tipos de fuentes, ya sean primarias (las mejores, como libros académicos, universidad, Tesis, TFMs, cursos específicos, fuentes oficiales, etc.) como secundarias (digeridas por otros, como webs, RRS, Internet, Youtube, etc.). Con todo esto, hazte una primera lista de lo que creas que es más importante y empieza con una selección. Siempre podrás ir completándola, pero empieza poco a poco.
- Lee. Lee mucho y léelo todo. Cuanto más leas, mejor ya podrás empezar a decidir qué es lo importante y que no. Aquí es importante que te vayas haciendo un diario de lectura, en el que vayas, además, apuntando lo más relevante. Después, usa este diario para ir confeccionándote tus propios apuntes. Si decides apuntarte a una academia, no te contentes con lo que te dan (que suele ser muy flojo). Amplía y hazte tus propios apuntes. Te aviso: en esta parte se gasta mucho tiempo, por lo que aprende a disfrutar de la lectura.
- Entiende. Esto es esencial. A parte de las lecturas rápidas que te comentaba antes, deberás extraer la información que vas leyendo y agrupándola por esquemas. Saca las ideas y conceptos más importantes, crea mapas conceptuales y guías resumidas. Digiere lo que lees para poder manejarlo mejor. Busca conexiones con todo, entre temas o con cosas de tu día a día. Escribe y escribe sin parar. Enlaza cosas y conceptos, aunque creas que no te sirve. La idea es anclar en tu mente la información.
- Estudia. Existen muchos tipos de técnicas de estudio. Documéntate sobre ellas y evalúa cual es la que más te gusta y es más efectiva. Estudia cómo estudiar. Píllate un entrenador y te ayudará mucho con esto. Haz lecturas críticas y repasa lo que estudies. Hazlo escribiendo, dibujando, grabándote y escuchándote después (esto es muy efectivo, haz repasos mentales de los temas mientras paseas al perro, vas al trabajo o haces la compra. Y repite, repite mucho. Se imaginativo. Leer, subrayar, hacer esquemas y estudiar es una técnica muy poco eficiente. El estudio debe ser algo proactivo, como ir al gimnasio. Aprende el método de memorización activa o Active recall (https://www.educalive.com/blog/active-recall). Lo vas a flipar…
- Usa. Lo que has estudiado no sirve de nada si no lo usas. Busca problemas para resolver. Crea tus propios problemas, como si fueses un profesor que tiene que enseñar esa materia. Reflexiona y conecta la temática con la realidad y plantéate cosas que podrías resolver con este conocimiento (ejemplo: si estás estudiando temas de cómo hacer un muestreo, investiga cómo funcionan las encuestas electorales y como se elige a la población que llaman). Lo ideal es que hagas esto con cosas relacionadas con lo que estás estudiando (ejemplo: si tienes un tema de edición genética de plantas, busca información sobre cómo está la regulación europea sobre transgénicos). Se imaginativo.
- Piensa. Con todo lo que vayas aprendiendo, debes ir más allá y resolver las 5 preguntas esenciales: Para qué sirve lo que estoy estudiando, qué es, dónde lo puedo aplicar o donde está, cómo sirve y cuándo se usa. Conéctalo siempre con tu entorno cercano y crearás redes de conexiones que recordarás mejor.
- Cuenta. Dale la turra al mayor número de gente posible. A tu perro o tu gato. Divulga, enseña y reproduce lo aprendido. Hazlo en voz alta (grábate) o por escrito. En el bar con los colegas, en la comida con tu familia o en el trabajo. Habla con las personas, y hazles interesante lo que estás aprendiendo. Usa también internet para hacerlo, ya sea RRSS, webs, foros, etc. Elabora documentos de estudio o decálogos para mostrar cómo has estudiado (;D), cuéntaselo a tu yo del futuro. Explora formatos como audios (grábate y escúchate cuando saques al perro a pasear), vídeos, dibujos, etc. Se imaginativo y proactivo. Ya es hora de dejar de ser una persona tímida y demostrarte que eres un experto en la materia. Y si, lo terminarás siendo.
A parte de todo esto, te comento algunas otras cosas que creo son muy importantes:
- Adapta el proceso de aprendizaje a tu caso concreto. No hay una técnica mágica. Prueba y analiza lo mejor o peor para ti. Prueba y error. Cambia y modifica todo lo que veas necesario. Comprueba la efectividad de los cambios.
- Trocea. Siempre es mejor desglosar las tareas en trozos pequeños que ir a lo grande. Las cosas mejor poco a poco.
- Lleva un diario siempre de tu avance. Escribe todos los días, aunque sea para poner “hoy no he estudiado”. Escribe, escribe y escribe sin parar. ¡Escribe leñe!
- No siempre se llega al final. No tienes por qué completar este decálogo, ni estudiarte todos los temas. Asume que la situación perfecta no se suele conseguir. Céntrate en lo que consigues más en lo que te falta.
- Se realista. Ni te flipes planificando y haciendo listas de cosas por hacer. Si abusas mucho de esto, puede ser hasta contraproducente. Incluye en tu planificación tiempo de relajamiento o de concentración. Entre tema y tema, o bloque o bloque, haz 5 minutos de meditación. Tómate un sorbete de limón mental entre tema y tema. Hazlo, ya verás que te ayudará a concentrarte mucho.
- Abraza el fracaso. Lo más probable que la primera vez que te enfrentes a una oposición, no la consigas. Pero tu esfuerzo te servirá para el siguiente intento. De hecho, lo raro es que te la saques a la primera. Mucho ánimo con esto.
- Respeta los tiempos y los descansos. Es esencial tener días de no estudio, que te permitan recuperarte física, mental y anímicamente. No estudies todos los días, que terminarás por abandonar.
- Date recompensas. Conforme vayas completando cosas, date caprichos y premios. Para mí el mejor era llegar al día de descanso, que lo disfrutaba mucho. Para eso incluso hay apps que te ayudan a motivarte en plan gamificación. Yo tenía una que iba plantando árboles conforme estudiaba. Al principio pensaba que era un juego, pero luego ayudabas de verdad a reforestar (https://www.xatakamovil.com/aplicaciones/forest-app-para-desconectar-movil-paso-ayudar-a-plantar-arboles )
- Haz deporte. Esto parece una obviedad, pero tendrás el culo carpeta de tantas horas que pasarás en la silla. Anda, pasea, corre, haz lo que sea. Te ayudará mucho.
- Practica mil veces. Si tienes un examen tipo test de 70 preguntas a responder en 1 hora, pues repasa haciendo un tipo test de 70 preguntas durante 1 hora. Cuando estudies, ve preparando preguntas que tu creas podrían preguntarte. Haz todas las que puedas, y luego úsalas en tus repasos. Practica el formato del examen y así irás más preparado para la prueba. Si es un examen hablando, prepárelo haciendo un Powerpoint y grábate dando una charla (luego te podrás escuchar y evaluarte). Usa el símil del corredor de maratón: Si quiere corren una maratón, tienes que correr antes 42 km muchas veces.
- Se imaginativo. Experimenta, cambia y prueba cosas nuevas, enfréntate a retos, suda la camiseta. Pinta, dibuja, haz música, etc. Cultiva cualquier arte por cenutrio que seas. Esta cualidad debes reforzarla ya que es la que te salvará en caso de que te pongan un examen del temario que no te hayas estudiado. Aprende a improvisar. Haz cursos sobre esto.