La temperatura es uno de los parámetros que más información aporta sobre el proceso de compostaje. Es un reflejo directo de la energía que se desprende durante la fase más activa de transformación de la materia orgánica, también conocida como fase bioxidativa.
La temperatura es fruto de varios fenómenos de naturaleza biológica, química y física que suceden simultáneamente. Biológica por que es un reflejo directo de la actividad microbiana en la transformación de la materia orgánica de los residuos, química por que la energía que se libera viene de las reacciones químicas que se producen en dicha transformación, y física por que el calor que se desprende depende en gran medida de las características físicas de la mezcla de compostaje.
De hecho, uno de los aspectos físicos que más influyen en la temperatura es el tamaño de las pilas. Si estas tienen unas dimensiones grandes, el calor se retiene dentro de las mezclas orgánicas, mientras que si las dimensiones son pequeñas, el intercambio del calor con el medio exterior es elevado, o lo que es lo mismo, sufren mucha aireación y una alta disipación del calor, lo que implica que la temperatura de las pilas no se mantenga elevada.
Por lo general, las pilas de volumen pequeño (< de 1 m³) tienen mucha aireación y no alcanzan temperaturas termófilas. Esto es lo que se observa en la siguiente figura, donde se muestran las temperaturas de las compostadoras domésticas de 290 L que comentamos en una entrada anterior. Pocas de las casi 100 composteras analizadas durante dos años alcanzaron temperaturas superiores a 45 ºC (temperaturas termófilas). Esto nos indica que las composteras domésticas, cuyo volumen es reducido, suelen trabajar en temperatura mesófilas y si alcanzan temperaturas termófilas, lo harán durante pocas semanas.
¿Eso implica que no hay actividad biológica en este tipo de compostaje? Nada más lejos de la realidad. Es cierto que hay menor actividad microbiana pero al mismo tiempo, otros organismos son los protagonistas en la degradación de la materia orgánica. Hablamos de insectos, lombrices, protozoos, y otros muchos más.
La fuente:
- Stephen R. Smith and Sharon Jasim (2009). Small-scale home composting of biodegradable household waste. Waste Management & Research, 27: 941–950. http://dx.doi.org/10.1177/0734242X09103828