La importancia de la materia orgánica en los suelos es un tema fundamental en este blog. La materia orgánica, una vez transformada en humus, junto a los microorganismos beneficiosos del suelo como las rizobacterias (bacterias que viven cerca de la raíz) o los hongos micorrícicos, favorece el desarrollo y crecimiento de las plantas. La simbiosis entre suelo-planta-microorganismo tiene a la materia orgánica de nexo de unión, que incrementa la actividad biológica, y por extensión, la fertilidad de los suelos.
Cuando los suelos agrícolas tienen poca materia orgánica, las plantas son muy dependientes de los fertilizantes sintéticos y propensas a enfermedades, que a su vez, requieren de más productos sintéticos (plaguicidas), aumentando el coste económico del cultivo. Además, la aplicación continuada de este tipo de productos puede producir efectos negativos para el medio ambiente como eutroficación o emisión de gases de efecto invernadero. A la larga, los suelos pobres en materia orgánica se volverán frágiles y su actividad biológica se reducirá, convirtiéndose en un mero soporte para la planta.
Tenemos que ser conscientes que los suelos son un recurso limitado y cada vez más contaminado. Debemos hacer lo máximo para cuidarlos y mimarlos.