Esta entrada pertenece al diario del proyecto de investigación “Los Biorresiduos: un Recurso con Valor Local”
Hola de nuevo. Ya hemos empezado con la parte experimental del proyecto y lo primero que hemos hecho ha sido adquirir las compostadoras. Finalmente hemos adquirido dos módulos comerciales (Leroy Merlin) hechos con propileno extrusionado (90 % material reciclado) de una capacidad de 470 L (dimensiones: 49x49x49cm) e incluyen tapa y base, así como dos compuertas para la retirada del material maduro. Tenemos dos de momento, que iremos ampliando con el desarrollo del propio proyecto.
Este proyecto tiene como uno de sus objetivos la elaboración de abonos orgánicos de alta calidad agrícola mediante compostaje a pequeña escala de biorresiduos. Para eso, debemos conocer con lo que trabajamos y así, entender la importancia que tiene su aprovechamiento:
Un biorresiduo se define como aquel residuo orgánico biodegradable, ya sea de origen vegetal o animal, que se genera en el ámbito domiciliario o comercial (este último similar al anterior).
Por lo tanto, y en base a esta definición, encontramos dos grandes tipos de biorresiduos:
- Residuos orgánicos de origen alimentario y de cocina.
- Residuos vegetales o fracción vegetal, procedentes del mantenimiento de zonas verdes. Dentro de esta categoría existen dos tipos:
- Fracción vegetal no leñosa: restos vegetales de pequeño tamaño y de tipo no leñoso (césped, pequeñas ramas, hojarasca, etc.)
- Poda: fracción vegetal de mayor volumen y de carácter leñoso (ramas de árboles, etc.)
Cada una de dichas fracciones tiene sus características, tanto en composición como en producción (por ejemplo, los restos de comida son diarios mientras que los restos de poda son estacionales). En el siguiente enlace puede encontrarse más información sobre el tema: http://www.magrama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/prevencion-y-gestion-residuos/flujos/biorresiduos/
Los biorresiduos
El lugar elegido para desarrollar este proyecto es la Estación Experimental del Zaidín, un centro de investigación perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EEZ-CSIC), situado en la ciudad de Granada (España), que es donde trabajamos. Este centro está adscrito al área de Ciencias Agrarias, por lo que el compost resultante lo aprovecharemos y estudiaremos desde un punto de vista agrícola. La EEZ-CSIC está formada por dos sedes físicas, una situada dentro de la propia ciudad y otra a las afueras de la misma. La sede central está constituida por varios edificios que albergan diversas instalaciones como la sede administrativa, tres de los departamentos o la cafetería. Dentro del recinto, existen una amplia zona ajardinada que constituye además, un jardín botánico con especies vegetales de todo el mundo.
Para poder aprovechar y reciclar los biorresiduos que la EEZ-CSIC genera, lo primero que se debemos conocer es la cantidad y estacionalidad de los mismos. Nos vamos a centrar en los restos vegetales de la zona verde y los restos de la cafetería. Uno de los restos vegetales más abundantes por estas fechas (agosto-septiembre) es la hojarasca de los “plátanos de sombra”, unos árboles muy comunes en la ciudad de Granada (híbridos de Platanus orientalis y Platanus occidentalis). Este material lo aprovecharemos como estructurante para la mezcla de compostaje, ya que es un material muy seco y rico en carbono (esto último lo confirmaremos mediante los análisis en laboratorio) y tenemos disponibilidad de el durante todo el año.
En las siguientes entradas iremos desgranando más sobre otros tipos de biorresiduos que utilizaremos para hacer el compost como son los residuo de la cafetería o los restos de césped.
