Seguimos con la sección de Materiales Compostables, donde revisamos los principales residuos y subproductos orgánicos que podemos usar para hacer compost, así como sus principales propiedades agroquímicas.
Las plumas de pollos y gallinas.
Las plumas son un subproducto que se genera en la industria cárnica, principalmente de aves de engorde (pollos, gallinas, etc.). Antes del procesado de la carne, las plumas se deben retirar y se acumulan en grandes proporciones, sobre todo en granjas e industrias donde se concentra su producción. Como subproducto, reúne una serie de propiedades interesantes que hoy en día se aprovechan como por ejemplo filtros o absorbentes (debido a que tiene una alta área de contacto), o como fuente de una proteína de alto interés industrial, la queratina.
¿De qué están compuestas?
Fundamentalmente las plumas están compuestas por una proteína denominada queratina que también está presente en el pelo, la piel, la lana, las uñas de las manos, cuernos o incluso en las pezuñas de muchos animales. Esta proteína es bastante resistente en condiciones ambientales y solo un determinado grupo de bacterias, actinomicetos, hongos queratinolíticos y algunas larvas de polilla (Tineola bisselliella Hummel) pueden degradarla. Estos microorganismos están presentes de forma natural en ambientes como el suelo o en los residuos orgánicos que utilizamos para compostar.
Las queratinas son insolubles en agua, en ácidos y bases débiles, en disolventes orgánicos y son resistentes al ataque de muchas enzimas proteolíticas como la tripsina o la pepsina. En general, son compuestos muy ricos en nitrógeno con unas concentraciones que oscilan entre el 15% y 18% de nitrógeno, 2–5% azufre, 1.3% de grasa y 3.2% de compuestos minerales, siendo cerca del 90% de su peso total proteína. Es un material ligero, con poca densidad y con una alta resistencia a la degradación.
¿Como se composta?
Debido a que cerca del 90% del peso seco es queratina, las plumas son clasificadas como un material resistente al ataque de enzimas microbianas habituales. Esto afecta a la metodología de su tratamiento, que en muchas ocasiones es difícil. Se han usado en industria como material para la elaboración de piensos para alimentación de animales, aunque parece ser que el compostaje es una de las mejores opciones para su tratamiento y revalorización como abono orgánico.
Este tipo de material nitrogenado se debe mezclar en grandes proporciones con materiales carbonatados como la paja de cebada, corteza de árbol o restos de madera (como serrín). Con esto se ajusta muy bien la relación entre carbono y nitrógeno y se obtiene un producto (o compost) muy interesante, sobre todo por sus valores de pH, que se quedan ligeramente ácidos según algunos estudios sobre compostaje de este material. Algunas proporciones que funcionan muy bien son:
Plumas de pollo 12% + corteza de pino 88%; C/N = 25.
Plumas de pollo 6.6% + corteza de pino 93.4%; C/N = 35.
Plumas de pollo 12.36% + corteza de pino 43.82% + paja de centeno 43.82%; C/N = 25.
Plumas de pollo 6.92% + corteza de pino 35.81% + paja de centeno 57.27%; C/N = 35.
Bibliografía:
Korniłłowicz-Kowalska Teresa, Bohacz Justyna (2011). Biodegradation of keratin waste: Theory and practical aspects. Waste Management 31 1689–1701
Bohacz, J., Korniłłowicz-Kowalska, T., (2009). Changes in enzymatic activity in composts containing chicken feathers. Bioresource Technology 100, 3604–3612.
Korniłłowicz-Kowalska, T., Bohacz, J., (2010). Dynamics of growth and succession of bacterial and fungal communities during composting of feather waste. Bioresource Technology 101, 1268–1276.