En la entrada anterior de este blog, ya vimos algo acerca de lo que se conoce como el «Té de Composts». Aunque su nombre coloquial es bastante sugerente, se trata de una especie de extracción acuosa que se realiza a los composts una vez maduros. Estos extractos acuosos, además de presentar un contenido en materia orgánica y nutrientes bastante interesante que depende en gran medida de las propiedades agronómicas de los composts de partida, tiene propiedades muy interesantes desde un punto de vista de control biológico. Por lo visto, cada vez van apareciendo más estudios científicos que demuestran su eficiencia a la hora de remediar determinadas enfermedades vegetales que son producidas por determinados patógenos. Las propiedades de este extracto acuoso pueden depender de varios factores entre los más importantes las condiciones de extracción y los materiales utilizados para la misma. Así, tal y como han visto Carballo y col. (2008) usando análisis térmicos y espectrofotométricos como el FTIR, que las propiedades químicas de la materia orgánica de los «Tés de Composts» dependen en gran medida del estado de maduración de los mismos, siendo más variable cuanto más inmaduro sean los sustratos a compostar, lo cual es hasta en cierto punto lógico. El caso es que no solo es una buena forma de revalorizar los residuos, si no de convertirlos en un producto de valor añadido teniendo en cuenta su doble cualidad como fertilizante y como agente eficaz para el control biológico.
La Fuente:
Characterization of different compost extracts using Fourier-transform infrared spectroscopy (FTIR) and thermal analysis. Teresa Carballo, Ma Victoria Gil, Xiomar Gómez, Fernando González-Andrés, Antonio Morán. Biodegradation November 2008, Volume 19, Issue 6, pp 815-830.