La agricultura, o “el arte de cultivar la tierra”, es la base de nuestra sociedad y de la existencia humana. Siempre lo ha sido, lo es en la actualidad y lo será en el futuro.
Arte conceptual de Don Davis
Siempre lo ha sido porque empezamos a ser hombres y a desarrollarnos como somos actualmente cuando nuestros antepasados del Neolítico pasaron de ser nómadas y recolectores a aprender a “domesticar” el suelo para producir alimento.
Lo es actualmente ya que el sector primario de las economías de los países es la agricultura, siendo el motor principal en los países en desarrollo. Según la FAO, cerca de 2.570 millones de personas (un total del 42% de la humanidad) dependen de forma directa de la agricultura, la caza, la pesca o la silvicultura para su subsistencia. Pero no solo es importante desde el punto de vista económico, sino también para el hábitat y el paisaje, la conservación del suelo y la cultura de los pueblos y la biodiversidad entre otras cosas.
En la actualidad contamos con una gran cantidad de tecnología aplicada sobre todo a la agricultura intensiva y la que se produce bajo invernaderos, consiguiendo controlar casi la totalidad de los factores que afectan el crecimiento de los cultivos. Es la llamada Controlled Environment Agriculture (CEA). ¿Por qué es importante esta tecnología? Porque nos ha permitido incrementar notablemente tanto la calidad como la cantidad de los alimentos para intentar abastecer las demandas de la población mundial. ¿Y vamos por buen camino en esto último? Parece que sí, pero todo indica que no es suficiente tal y como comenta Pepe Cervera en su blog de Ciencia “Retiario”. Aunque en la actualidad se está investigando bastante en “las adaptaciones fisiológicas de las plantas a circunstancias complejas, como el agua salobre o la sequía”, un “único conjunto de técnicas no será suficiente para dar de comer al planeta”. Como bien comenta Pepe Cervera, “en muchas zonas ya hemos alcanzado los límites de explotación con la tecnología disponible y a costa de daños ecológicos”, sobre todo los derivados de la revolución verde. Pero volvamos a la pregunta ¿Por qué es importante estudiar la tecnología CEA? Como ya hemos comentado, hay dos motivos fundamentales: los problemas medioambientales de una explotación intensiva agraria y hacer frente a la demanda mundial de alimentos, con su incremento paulatino.
Arte conceptual de Don Davis
¿Cómo será la agricultura del futuro? Pues parece que pasa por aprovechar que llevamos cerca de medio siglo de experiencia en la “conquista” del espacio. Era lógico que empezaran a aparecer investigaciones relacionadas con la agricultura y el espacio. ¿Cómo funcionaría una producción agrícola fuera de nuestro planeta?, ¿sería muy distinta de la que se produce en la actualidad? Aunque parece sacado de la Ciencia Ficción, no lo es y así lo piensan los científicos que se han reunido entre el 20 y 21 de mayo de 2010 en Sperlonga, Italia en el 4º International Workshop “Agrospace: Controlled Environment Agriculture from Earth to Space and Back”.
Para empezar, en este congreso se hará una revisión del “state of art” de las tecnologías que actualmente se tiene en cultivos bajo invernadero. Es este tipo de agricultura la base actual para emprender una producción agrícola en el espacio debido a que actualmente se cuenta con una amplia tecnología para el control del ambiente de los invernaderos (CEA): control de la atmósfera (niveles de CO2), control de la nutrición de las plantas, control de las plagas y enfermedades, control de las condiciones ambientales (luz, humedad, presión), etc. Esto es fundamental para comprender los mecanismos de las plantas ante un crecimiento en microgravedad como es el desarrollo de la proteínas para poder crecer. Además, es importante comprender como puede afectar el transporte, es decir, como puede afectar a la calidad los frutos un viaje de ida y vuelta del espacio a la tierra, ya que se puede plantear llevarse “los invernaderos” a la Estación Experimental Internacional, por poner un ejemplo. Para saber más, no dudéis en ver las presentaciones de las anteriores ediciones de este workshop. Os recomiendo las siguientes:
P. A. Fowler. Toward a Mars greenhouse.
M. A. Perino. Greenhouse: a strategic element to support humans in space.
G. Scarascia-Mugnozza. Agro-space and quality for a sustainable environment.
R. M. Wheeler Plants for Human Life Support in Space: A Review of Some NASA Research
G. A. Giacomelli Controlled Environment Cultivation Systems for Moon and Mars
Otro aspecto importante que se tratará en este congreso es como los astronautas pueden cultivar sus propios alimentos y plantas para hacer viajes más prolongados en el tiempo, abriendo una puerta a las expediciones espaciales ¿Será el inicio de “la conquista del espacio”? Sin duda, pero dejemos esos temas para los escritores de Ciencia Ficción y otros artistas como Don Davis y sus colegas de la Asociación Internacional de Artistas Astronómicos.
Para profundizar: